Cómo conducir si nos topamos con humo o niebla densa

En la siguiente nota publicada por el diario La VoZ del Interior, el investigador y docente universitario, especialista en seguridad y educación vial, Horacio Botta Bernaus, explica cómo podemos prevenir accidentes si nos encontramos con este tipo de dificultad en el tránsito.

La tragedia vial que el lunes último se llevó la vida de cuatro personas que viajaban en uno de los autos involucrados en un choque múltiple en la ruta nacional 36 –en jurisdicción de la ciudad de Córdoba–, en medio de una densa humareda por la quema de pastizales, puso de manifiesto las graves consecuencias que puede ocasionar el desconocimiento de acciones básicas ante circunstancias que dificulten la visibilidad.

“Si bien no hay pautas concretas y suelen plantearse discusiones absurdas cuando suceden accidentes con saldos tan luctuosos como este, se pueden sugerir medidas razonables para prevenir siniestros o reducir sensiblemente los riesgos”, plantea Horacio Botta Bernaus.

El investigador y docente universitario, especialista en seguridad y educación vial, aclara que “las pautas no deben vulnerar las disposiciones de la ley provincial de tránsito (8.560)”.

Asimismo, recuerda que en este tramo del año son frecuentes en Córdoba los incendios forestales y rurales debido a la baja humedad ambiente y a la presencia abundante de pastizales o masa forestal seca.

“Basta con que algún desaprensivo arroje la colilla sin apagar de un cigarrillo por la ventanilla del auto para se encienda una hoguera en cuestión de segundos”, afirma.

Ante la consulta de qué debe hacer un automovilista cuando se encuentra en la ruta con una barrera de humo, Botta Bernaus sugiere lo siguiente:

Consejos prácticos

Si cuando se transita por una ruta se advierte a la distancia una zona afectada por humo denso, hay que trata de ubicar un parador, una estación de servicio o un camino lateral y salirse de la vía.

“No hay que empecinarse y seguir avanzando para averiguar qué pasa”, plantea de manera enfática. “Y hay que retomar el viaje luego de que la situación se haya resuelto”, apunta.

Si el encuentro con la humareda ocurre de repente y no da tiempo de evitar la situación, no hay que detener el auto en la calzada ni en la banquina. “El límite entre ambas desaparece en circunstancias como las planteadas”, razona el experto.Gráfico visibilidad ruta

En ese caso hay que mantener la marcha y reducir la velocidad al mínimo permitido en la vía por la que se circule (50 km/h en las rutas convencionales y la mitad del máximo permitido en el caso de autovías o autopistas).

“La baja de velocidad no debe ser inferior ni mayor a esa referencia, por razones obvias”, plantea.

El investigador señala que la reducción de velocidad debe hacerse de manera gradual, “peinando” el freno con intermitencias. “Así se advierte a quienes vienen atrás sobre el riesgo y de que deben hacer lo mismo”, 
refiere.

Si la visibilidad es nula, hay que buscar como referencia la línea blanca continua, demarcatoria del límite externo de la calzada, y avanzar utilizándola como guía.

No encender las luces altas porque dificultan aún más la visibilidad y perjudican a quienes circulen en sentido contrario.

Tampoco hay que activar las balizas. “Estas luces intermitentes deben ser el último recurso por emplear y sólo cuando sea inevitable detenerse”, afirma el abogado.

“Si todos hacen lo mismo en la misma circunstancia, los riesgos de accidente se reducen sensiblemente”, concluye Botta Bernaus.

Nota original: La Voz del Interior